Podría ser considerado como una especie de “me too” (yo también) con el que dar voz a las víctimas, pero no sólo en el plano sexual, sino también de otras esferas en las que seejercen otras formas de dominación social: el acoso laboral, el ciberacoso, discursos de odio y otros temas que queremos conocer a partir de la experiencia de quienes acudan a OIDO.

En OIDO garantizamos la confidencialidad de las comunicaciones y los relatos que nos hagan llegar sólo servirán para realizar informes periódicos sobre situaciones de discriminaciones ocultadas que serán publicados anualmente. También trataremos en función de las cuestiones que se nos planteen, prestarle servicio psicológico, jurídico y social para tratar de solucionar su problema. Esta iniciativa estará coordinada por la profesora Constanza Caffarelli, antropóloga de la Universidad del Centro de la Provincial de Buenos Aires. Trataremos progresivamente de crear equipo de coordinación en distintas regiones para realizar una tarea más próxima y eficaz. Esta información nos ayudará a ponerle nombre a las injusticias y denuncias, aunque no a las víctimas. Que sean conocidas -y reconocidas- socialmente, señalarlas de manera colectiva, es el comienzo para quien actúa desde la impunidad sepa que sus actitudes y acciones de rechazo al “otro”, al diferente, no pasan desapercibidas. Por eso, pretendemos cambiar el “odio” por Oído, basado en la primera tecnología humana: Hablar (Humanizar, Ayudar y Buscar Lazos y Acuerdos para Reivindicar) la dignidad e igualdad de las personas.